8 de marzo de 2015

Despertar (PdA, parte I)

Su despertar fue un sobresalto, una sensación de caída al abismo.
         Incómodo, se revolvió dentro del maloliente saco de dormir, levantando el polvo del suelo de madera sobre el que había decidido dormir la noche anterior. Si es que existía aún la noche, claro estaba. No se puede saber algo que no se ve.
         El cielo ya no existía. El sol, la luna y las estrellas habían sido totalmente cubiertos por una  nube de densa arena que cubría por completo el planeta… Tan densa que era capaz de crear una completa oscuridad que se había adueñado del planeta azul, condenando a la luz del sol al eterno olvido; se hacía imposible respirar sin una bombona de oxígeno a la espalda y el correspondiente respirador pegados a la nariz y boca.
         El agua… Lo que más costaba era encontrar agua que no fuera fango. Las ya incontables presas a las que había ido  con la esperanza de encontrar una gota que beber parecían más un desierto que una reserva. Hacía tiempo ya que el agua no fluía por las inmensas tuberías, seguramente sedimentadas al intentar arrastrar tamaña cantidad de polvo junto con el líquido de la vida. Y qué decir de las costas… Mares y océanos habían sucumbido ante un infinito desierto que unía toda la corteza en un interminable, único e insufrible continente…
         Miró su sucio reloj de pulso, más por una romántica costumbre que por verdadera necesidad… Aquel reloj marcaba más la nostalgia de tiempos pasados que la verdadera hora… Hacía bastante que los números que señalaban las manecillas habían dejado de tener sentido.
         Tras pasarse un rato mirando el mecanismo sin moverse, tomó la decisión de incorporarse, salir de su saco y comenzar la labor de ponerse en marcha, mientras a su mente volvían, como a cada despertar, los recuerdos de su vida, no tan lejanos como realmente le parecían ahora.
         Taladraban su cerebro las imágenes de su rutina: niños en el vecindario, dormidos, de camino a sus escuelas, padres y madres apresurándoles para no llegar tarde… Gente normal, con sus estresadas vidas… No gente que matara a otra gente.

         Oh, sí… Echaba mucho de menos la civilización. Desde que había comenzado aquella locura, todo lo que se daba por sentado se esfumó sin previo aviso: la desesperación y el caos se adueñaron de las ciudades como una epidemia mortal y en apenas unas horas todo rastro de humanidad había desaparecido como la pólvora...

5 comentarios:

  1. ¿¿Cómo continúa?? ¿Qué le pasó al planeta? ¿Qué pasó con el protagonista? ¿Qué le pasará ahora? No irás a dejar esto así...¿verdad?

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  2. ¡Hola! ¡Gracias por comentar!

    La historia seguiré publicándola poquito a poco e iremos descubriendo más de ella, no te preocupes que esto no queda así jaja . ¡Solo un poco de paciencia! :) Mi intención es subir dos pedacitos a la semana para que no se haga cansino y que deje ganas de seguir leyendo.

    ¡Muchas gracias por leer y comentar, Soñadora! ¡Espero que te siga gustando! n.n.

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  3. Creo que no sere la primera en pensar " buaa!!!". En serio es una historia que engancha desde las dos primeras palabras. Da gusto ver que todavia haya personas que con tan poco te pongan los pelos de punta. Desde el primer momento me he sentido como si estuviera junto al protagonista d esta historia.

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  4. Creo que no sere la primera en pensar " buaa!!!". En serio es una historia que engancha desde las dos primeras palabras. Da gusto ver que todavia haya personas que con tan poco te pongan los pelos de punta. Desde el primer momento me he sentido como si estuviera junto al protagonista d esta historia.

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    Respuestas
    1. ¡Muchas gracias!

      Me alegra mucho que te haya gustado la historia, ¡espero que la sigas disfrutando! Mi intención es que entretenga y con comentarios así se proporciona mucho ánimo :) .

      ¡Un saludo y muchas gracias por leer y comentar!

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