3 de mayo de 2015

¡Feliz día de la madre!

Madres...
Gracias a ellas vivimos. Están presentes en nuestras vidas desde el primer milisegundo de existencia, se desviven por nosotros y tratan de darnos los valores y las guías que nos lleven por el buen camino.
Una madre es paciencia y amor (aunque muchas veces las hagamos rabiar hasta el punto de que las sacamos de sus casillas), hacen lo que sea por sacarnos adelante, sin descanso buscan nuestro mayor bienestar y que nuestros sueños se cumplan.

Yo he tenido la suerte de tener a una de las mejores personas como madre.
Te has encargado de que no me falte de nada, he tenido todo lo que he necesitado y más. Siempre me has ayudado en todo lo que has podido: mis rabietas porque no me salía bien alguna tarea o no llegaba a aprenderme lo que exigían en el colegio las llevaste con paciencia y calma. "Te tranquilizas y luego vienes y me lo dices todo". Y, así, poco a poco iban saliendo. No sé ni cuántas horas te habrás pasado ayudándome a preparar un examen, con aquellos resúmenes con la letra diminuta que siempre me preguntabas (y, con mala leche, al azar para ver que "me lo sabía bien"), los ánimos que me diste en cada examen de PAU y los que me das cada vez que tengo una prueba.

Siempre me preguntas qué tal me ha ido el día. Te gusta que hablemos, me preguntas todo mil veces (que, aunque te demos la chapa con que estás en tu mundo, se agradece saber que te interesas por nosotros, pero no te lo tomes como una carta de libertad ahora, ¿eh? Jaja), te deslomas en tu trabajo para que consiga alcanzar mis sueños y que tenga un buen futuro... ¿Qué más se le puede pedir a una madre cuando te lo da todo?

Gracias por todo el cariño que me has dado a lo largo de mi vida, por tenerme siempre en tus pensamientos y por saberme llevar con el carácter tan difícil de soportar que tengo.

Gracias por todo mamá. ¡FELIZ DÍA DE LA MADRE!